Hidratación: en las pieles maduras se hace más necesaria que nunca. Lo ideal es dejar el tiempo suficiente para que la crema hidratante se asiente correctamente.
Base de maquillaje: funcionará mejor cuanto más ligera sea, ya que proporcionará naturalidad y frescura al rostro. Cuanto más carguemos de producto el rostro, más envejeceremos la piel.
Bolsas: para atenuar bolsas bajo los ojos, se aplica el mismo tono de maquillaje del resto del rostro. Si caemos en el error de aplicar el corrector claro sobre la bolsa, estaremos aumentando su visibilidad. En el caso de ojeras azuladas o verdes, así como de rojeces alrededor de los ojos, será necesario recurrir a los pre-correctores de color.
Corregir arrugas profundas: con el mismo corrector en uno o dos tonos mas claros, atenuamos las arrugas contorno de la nariz, las que suelen aparecer sobre el labio superior (código de barras) o sobre el mentón. La forma de hacerlo es estirando las arrugas con los dedos y maquillar dentro de ellas.
Levantar el ojo con sombras: lo ideal es aplicar el color sobre los ojos de forma que con el tono de sombra más oscuro ocultemos el pliegue descendente del párpado. Es importante evitar las sombras de ojos brillantes, ya que acentúan las arrugas alrededor de los ojos.
Delineado invisible y difuminado: el momento de aplicar el eyeliner es uno de los más delicados en el maquillaje de pieles maduras, ya que las arrugas del párpado suelen complicar bastante la tarea, dejando un resultado desigual y poco favorecedor. Lo ideal es utilizar productos cremosos en lugar de rotuladores o geles, y difuminar bien el acabado con pinceles o bastoncillos de algodón, de forma que el ojo quede enmarcado sutilmente. preferentemente con un marrón.
Iluminar la mirada: conseguiremos levantar la mirada aplicando una sombra iluminada (basta con que sea un tono claro) bajo la mitad externa de la ceja. También podemos aplicar un punto de luz en el lagrimal con el mismo tono.
Abrir la mirada: la máscara de pestañas nos permitirá obtener una mirada más despierta. Para ello, conviene marcar bien las pestañas desde la raíz y evitar la línea inferior para rasgar más el ojo. Evitar colocar colores oscuros en el lagrimal es la zona la cual debemos iluminar en cambio en el final del ojo podemos sombrear un poco y nos abrirá la mirada.
Definir cejas: si la ceja es arqueada y acaba de forma descendente muy marcada, lo mejor es centrarse en repasar la primera mitad de la ceja levemente, para evitar reforzar la sensación de ojo caído.
Colorete: es preferible siempre optar por coloretes naturales que aporten un tono saludable al rostro: rosados, melocotones, corales, etc.
Labios: es conveniente aplicar un perfilador que ayude a definir el contorno del labio que suele ir desdibujándose con la edad. Lo más conveniente es elegir un perfilador del mismo tono que el labial para rellenar todo el labio y fijar así el color. De esta manera evitamos que el labio se vaya desdibujando con el paso de las horas.
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